Instalación y mantenimiento de la cloración salina

¿Qué es?

La cloración salina es la capacidad de convertir el agua salada en cloro.

¿Cuál es el nivel de sal en agua, cómo se dosifica y qué tipo de sal se usa?

El nivel de sal que se necesita para conseguir un sistema de electrólisis adecuado es de 5gr/l agua. Es así menor que una lágrima humana y hasta 15 veces menor que el agua del mar.

La sal se dosifica en sacos de 25kg directamente al vaso de la piscina.

El tipo de sal recomendado es sal marina fina tratada/limpia para evitar ensuciar la piscina. También se puede adicionar sal de pastillas teniendo en cuenta que tardará más en diluirse pero no siendo menos mala.

¿Cómo se consigue la cloración salina?

Se consigue mediante un aparato llamado clorador salino compuesto por una centralita, célula electrolítica con polaridad positiva y negativa que al realizar el proceso de electrólisis del agua consigue separar los múltiples elementos a través de una corriente contínua.

El agua salada pasa por la célula de titanio recubierta por iridio/rutenio con carga en electrodo positivo y negativo que consigue descomponer el agua salada (NaCl) y convertirla en hipoclorito sódico que es un biocida que actúa sobre algas, mohos y parásitos.

¿Cuál es su instalación?

Se adapta en la tubería del retorno, justo después del paso del agua por el filtro de arena para así devolver el agua totalmente desinfectada a la piscina. Por norma general y siempre que sea posible se recomienda instalar la célula electrolítica y las sondas mediante el sistema bypass para trabajos de mantenimiento y posibles reparaciones.

¿Se puede instalar en cualquier instalación?

Por norma general es totalmente adaptable a cualquier instalación siempre y cuando ésta sea de PVC. Si encontramos materiales de metal/acero en la instalación lo más aconsejable es sustituirlos para evitar oxidación de los mismos y con el tiempo perforaciones que pueden derivar en fuga de agua.

¿Qué mantenimiento necesita?

Recomendamos al menos hacer una visita al año del aparato para la calibración de sondas, limpieza de la célula electrolítica, comprobación del nivel de concentración de sal en agua etc…

¿Qué elementos adicionales se instalan para complementar la cloración salina?

El cloro no es el único factor a tener en cuenta a la hora de mantener una piscina, hay que tener muy en cuenta el nivel de pH medido en el agua para poder tener una buena desinfección del agua por lo que es recomendable instalar un controlador con sonda de pH.

También es importante tener en cuenta que si instalamos un clorador salino y siempre lo tenemos funcionando al 100% de su producción estaremos generando cloro siempre que la bomba esté en funcionamiento por lo que recomendamos instalar una sonda de rX (redox) para medir la desinfección de agua y así poder decirle al nuestro clorador salino que fabrique cloro o por el contrario se detenga cuando sea necesario. Además con ésta sonda de rX (redox) daremos una mayor longevidad a la célula electrolítica.

¿Cuáles son realmente los parámetros idóneos de una piscina?

En lo que se refiere al cloro lo normal es que estemos en parámetros de entre 1 ppm siendo el mínimo y 3 ppm siendo el máximo en piscinas convencionales al aire libre.

Si hablamos de pH los parámetros más adecuados estaríamos entre 7 como mínimo y 7,6 máximo en piscinas convencionales al aire libre.

Todo esto se convierte a qué sí instalamos una cloración salina completa, es decir, con controlador rX y controlador pH, el clorador salino regularía el pH a 7,2/7,4 de media por lo que estaría el rX entre 700 y 720 mv y a su vez el cloro entre 1 y 1.5ppm. 

Una vez instalado, ¿ya no hay que controlar más la piscina? 

Al instalar un clorador salino es cierto que automatizamos la piscina y conseguimos no ser tan “dependientes” de ella pero realmente esto no es del todo cierto. Es evidente que hemos realizado una instalación de diferentes aparatos los cuales hay que controlar y revisar de manera contínua realizando visitas de mantenimiento por nuestro personal cualificado.

La finalidad de éstas revisiones es controlar y comprobar que realmente las sondas están rindiendo correctamente y a su vez el clorador salino. Para ello se realizan análisis del agua de la piscina para comparar el rendimiento. 

Hay que tener en cuenta qué tanto las sondas de pH y redoX cómo la célula electrolítica son consumibles que se van desgastando con su uso y se han de reemplazar cuando sea necesario para que continúen funcionando con efectividad.

¿Cada cuánto tiempo hay que sustituir sondas y la célula electrolítica?

La vida útil de estos consumibles va a depender mucho siempre del fabricante de los mismos y la calidad del agua, sobre todo dureza y temperatura. 

Es recomendable seguir un control de mantenimiento para poder determinar exacto el tiempo de durabilidad de éstos componentes. Según nuestra experiencia recomendamos hacer visitas cada 6 meses para comprobar sondas de pH, redoX y en caso de ser necesario limpiar la célula electrolítica de posibles incrustaciones. 

Las sondas de pH y redoX pueden tener una durabilidad de entre 12/24 meses. Es en éste periodo de tiempo cuando empiezan a variar su medición y no ser tan exactas. Por eso recomendamos a los 6 meses de su instalación hacer una visita de revisión de todo el sistema y limpiar y recalibrar éstas sondas para ajustar su medición.

En lo que se refiere a la célula electrolítica depende mucho del modelo a instalar. Las hay desde 5.000h hasta 14.000h a nivel residencial. Por norma general y teniendo en cuenta las horas de filtración que se le den a la piscina, siendo 8h mínimo lo recomendado en verano, éstas células suelen durar entre 4 y 7 años dependiendo de si se ha instalado sonda de redoX o no pueden variar los años de producción y ser incluso menos de 5 años en caso de no haberla instalado y más de 7 en caso de si haberla instalado.